Digi sigue ganando tamaño a la vez que deja atrás y cada vez más lejos su pasado como pequeño OMV de orientación étnica. El impresionante crecimiento de los últimos años y sus ambiciosos planes para seguir extendiendo su red de fibra e infraestructura móvil, obliga a la compañía a buscar nuevas fuentes de financiación. El próximo movimiento podría realizarse en el mercado bursátil.
Según adelanta el diario Expansión1, la operadora rumana ha iniciado los preparativos para debutar en el parqué mediante dos instrumentos. El primero es una oferta pública de suscripción (OPS) de nuevas acciones, que al colocarlas se convierten en ingresos para la compañía. El segundo sería una oferta pública de venta (OPV) de los títulos existentes, procedentes de sus accionistas actuales. En la actualidad las diferentes sociedades de Digi España pertenecen en su totalidad a Digi Rumanía.
Digi España está siendo asesorada por el grupo de servicios financieros Rothschild, que en el pasado ha estado detrás de lanzamientos en bolsa de otras operadoras. En 2015 asesoró al grupo Euskaltel, hoy integrado en MásOrange durante su salida a bolsa.
La compañía se valora en unos 2.500 millones de €. La salida a bolsa de Digi podría en el mercado entre el 25 y el 30% de las acciones, manteniendo así Digi Rumanía la participación mayoritaria.
A pesar de tener una cuota de mercado del 10% en clientes, debido a sus bajos precios la cuota en ingresos es de solo el 3,5%. La fuertes inversiones en despliegue de fibra y el despliegue de su propia red móvil iniciado el pasado mayo consumen los ingresos a gran velocidad, por lo que la salida a bolsa permitiría obtener nuevos recursos sin incrementar su deuda.
Por otra parte, el mercado introduciría nueva presión para maximizar los beneficios, adaptando las estrategías comerciales habituales en el resto de grandes operadoras.